Un cirujano oncólogo es un médico especializado en el tratamiento quirúrgico de tumores sólidos y cáncer. Sin embargo, su labor va mucho más allá de realizar una resección quirúrgica: forma parte de un equipo multidisciplinario que analiza cada caso de forma integral.
Su participación comienza desde el diagnóstico, mediante biopsias que permiten conocer el tipo y la biología del tumor. También interviene en la estadificación, es decir, en determinar si el cáncer está localizado o si se ha diseminado a otros órganos.
Una vez definido el caso, el cirujano oncólogo diseña la mejor estrategia quirúrgica posible, con el objetivo de extirpar completamente el tumor, preservando al máximo la función de los órganos comprometidos.
Gracias al uso de técnicas de mínima invasión como la laparoscopía o la cirugía robótica, es posible lograr una recuperación más rápida, segura y con menos complicaciones, todo con un propósito central: mejorar la calidad de vida del paciente.
✅ 1. Si ya fuiste diagnosticado con cáncer
Una vez confirmado por biopsia, el cirujano oncólogo evaluará si la cirugía es necesaria al inicio del tratamiento o en combinación con quimioterapia o radioterapia.
✅ 2. Si presentas una masa, bulto o tumor sospechoso
No todos los tumores son malignos, pero un cirujano oncólogo puede indicar si se necesita una biopsia o extirpación para conocer su naturaleza.
✅ 3. Si buscas una segunda opinión especializada
Ante una sugerencia de cirugía oncológica, puedes acudir para valorar opciones menos invasivas, confirmar el diagnóstico o explorar alternativas terapéuticas.
✅ 4. Si tus estudios médicos sugieren la presencia de un tumor
Como, por ejemplo, en caso de hallazgos anormales en una colonoscopía, mamografía, ultrasonido, tomografía (TAC) o endoscopía.
✅ 5. Si estás en vigilancia después de un tratamiento contra el cáncer
Pacientes en seguimiento pueden requerir cirugía ante una recurrencia o para resolver complicaciones posteriores.